Dificultades de atención y concentración
Las dificultades de atención y concentración pueden ser causadas por diversas razones y pueden estar asociadas a diferentes diagnósticos, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Además, estas dificultades también pueden manifestarse como síntomas de problemas de aprendizaje o como consecuencia de experiencias traumáticas en el pasado, lo cual lleva al cerebro a protegerse frente al malestar a través de síntomas disociativos o pensamientos intrusivos.
En nuestra intervención terapéutica, utilizamos el enfoque del EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) y basamos nuestra terapia en el trauma y el apego. A través de estas modalidades terapéuticas, buscamos aliviar los síntomas y promover el bienestar emocional en la persona.
El EMDR es una técnica terapéutica que ayuda a procesar y sanar las experiencias traumáticas o perturbadoras del pasado. Mediante la estimulación bilateral, que puede ser a través de movimientos oculares, sonidos o toques táctiles, se facilita el procesamiento adaptativo de la información almacenada en el cerebro, permitiendo que los recuerdos dolorosos se integren de manera más saludable y se reduzcan los síntomas asociados.
En la terapia basada en el trauma y el apego, nos centramos en comprender cómo las experiencias traumáticas y las dificultades en las relaciones de apego pueden afectar la capacidad de atención y concentración. Trabajamos para fortalecer la resiliencia emocional y fomentar una relación segura con el terapeuta, brindando un espacio terapéutico de apoyo y comprensión.
El es ayudar a las personas a superar las dificultades de atención y concentración, ya sea que estén asociadas a un diagnóstico específico o a experiencias traumáticas pasadas. A medida que avanzamos en el proceso terapéutico, se busca que la sintomatología disminuya y que la persona experimente un mayor bienestar emocional y un mejor funcionamiento en su vida cotidiana.
